
Vamos a volver
y cuando volvamos seremos millones
u hormigones que se rinden
en la primera parte de una neogótica facultad.
Seremos sermones
que no tienen curas que los dicten
meones que conocen el camino al baño
pero desalojan –aihoja- en el paladar amigo.
Que estoy orgullo de mi catedral
-fue soñado anoche, no puede haber equivocaciones-
quiere decir que estoy orgulloso de que estés sentada
sobre este reloj que está a punto de acabarse.
Yo cumplí con vos
resta que vos cumplas conmigo
y el cielo con la tierra
y Evita con la oligarquía.
Evitá la senda izquierda de las calles con dos manos
suelen ser las que conducen al choque
o al escupí-tajo de un flemático turista británico.
¿Te acordás cuando cogimos enfrente de
y yo te dije que era tiempo de irnos
pero vos decías que todavía no
que unos minutos más?
La policía terminó llevándonos al parque de diversiones de la tortura
y las huellas dactilares
por chupada de tetas en la vía pública
la detención se fundamentó en un eruto de Perón del ‘45
y vos les dijiste que eras montonera
pero no hubo caso
nos llevaron igual.
En la comisaría el comi-sario no tenía caballos pero sí picana
y cogía –violaba- como un burro
por lo que después pude saber por tus familiares.
Pero resultó que no hubo después
motivo por el cual no hubo vuelta
por lo que tampoco hubo millones
ni hormigones ni sermones ni meones.
Lo que sí hubo
-vale la pena recordarlo-
fueron tajos en los cuerpos y marcas en la piel
memorias en el hueso
y contraofensivas que fueron más contras que ofensivas.
A la vuelta de la esquina
-en un corredor polaco de atajo a lo del chongo-
estaba esperando una cita tabicada
Así
con mayúsculas y finales.
1 comentario:
Una influencia onírica de Naïf, por lo que contás, o bien, poemás. Joven neobarrosa, más que barroca, creo. En fin, qué alegría que la banda se colara en algún sueño apra dictar un mandato escritural. Aunque el final es escabroso, me hizo acordar a Mascaró. Vamo arriba las catedrales!!! Por la marcha del orgullo catedral!!!
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